jueves, 6 de diciembre de 2012

La indiferencia del 1%


El Universal, Publicado el 28 Septiembre 2012.

En recientes entrevistas en Semana (30 de junio) y El Tiempo (22 de septiembre), el economista José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda y profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York, subraya la importancia de incorporar criterios de redistribución en las políticas públicas y resalta la necesidad de una reforma tributaria progresiva que elimine los subsidios que no pocos sectores han venido recibiendo durante años.

En 2007, como parte de una investigación sobre el recaudo tributario para la Secretaría de Hacienda de Cartagena, un grupo de economistas de la Universidad Tecnológica de Bolívar revisó una a una las actas del Concejo Distrital entre 1980 y 2005 para rastrear los cambios que ha tenido el impuesto predial, un tributo esencial para entender la progresividad en el plano local. Se halló, por ejemplo, que la tasa del predial de los hoteles (5,5 por mil del avalúo catastral) es casi la mitad de las de los sectores industrial y comercial (10,5 y 9,5 por mil, respectivamente). Más aún, la tasa impositiva del sector turístico resultó ser inferior a la tasa fijada para entidades educativas y de beneficencia (7,5% y 6,5%), que son organizaciones sin ánimo de lucro. Esta realidad, en la que los pobres ponen más, va en contravía de cualquier criterio de redistribución y equidad.

Aunque llamativo, el caso del sector turístico no es único. Las zonas francas, los puertos y otras concesiones engrosan la lista de actividades que gozan de subsidios tributarios y, por consiguiente, retornos mayores que los generados en libre competencia. En general, como lo ha planteado en sus  estudios Aarón Espinosa, de la UTB, dado que, fuera de consideraciones de equidad tributaria, las políticas de crecimiento basadas en subsidios no tienen un impacto comprobable, se impone adoptar otras estrategias de fomento al crecimiento económico.

Frente a estas inequidades, se debe replantear el sistema tributario de Cartagena hacia un esquema más progresivo. Lamentablemente, los esfuerzos adelantados por la administración Pinedo en la construcción de un estatuto tributario más equitativo no tuvieron el suficiente respaldo político. Se perdió así una extraordinaria oportunidad de estructurar un sistema más igualitario, que contribuya a reducir las grandes diferencias entre sus habitantes.

En Estados Unidos la discusión sobre recortes tributarios a los más ricos, comúnmente llamados el "1%", está en el centro de la agenda de los partidos políticos –los republicanos para aumentar esas prebendas y los demócratas para disminuirlas. La discusión se centra finalmente en quién genera los empleos en la economía, el "1%", compuesto por empresarios e inversionistas, o el 99% restante, que demanda bienes y servicios. La pregunta válida en Colombia y en Cartagena es la misma: ¿a quiénes debe exigírsele un mayor esfuerzo tributario para fomentar el crecimiento económico?

El hecho cierto es que el sistema tributario de Cartagena es inequitativo y no necesariamente promueve el crecimiento. Con cada exención tributaria que se aprueba, se aumenta la cuota que ponemos el resto de los ciudadanos que hacemos parte del 99%. Cuando el 1% deja de poner, somos el resto quienes asumimos la carga.

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